Afectada por las sanciones contra China,la cadena de suministro de la industria fotovoltaica estadounidense se ha roto

Afectada por las sanciones contra China, la cadena de suministro de la industria fotovoltaica estadounidense se ha roto

Según Nikkei News Network del día 3, debido a las restricciones comerciales con China que dificultan la importación de repuestos y materiales clave de bajo costo para equipos fotovoltaicos, se estima que la nueva capacidad instalada de energía solar en Estados Unidos en 2022 descender un 23% respecto al año anterior, hasta unos 18,6 millones de kilovatios.

Se informa que las partes de generación de energía fotovoltaica de EE. UU. Dependen en gran medida de China. Afectada por las sanciones de EE. UU. contra China, la cadena de suministro de la industria fotovoltaica se ha roto y es difícil para las empresas comprar las piezas de silicio necesarias para los paneles solares.y otros productos chinos. Las estadísticas de Wood Mackenzie Consulting, una empresa de investigación británica, y la Asociación Estadounidense de la Industria Solar (SEIA) muestran que en los Estados Unidos, la nueva capacidad instalada de las empresas de servicios públicos a gran escala disminuyó un 40 % en 2022, a unos 10,3 millones de kilovatios. La capacidad instalada de los pequeños proyectos de energía solar doméstica ha aumentado un 37 % a unos 5,8 millones de kilovatios, pero la disminución no se ha compensado por completo.

Nikkei News Network dijo que el declive se produjo después de que Estados Unidos adoptara restricciones comerciales más estrictas contra China con el pretexto de las llamadas "violaciones de derechos humanos". En diciembre de 2021, Estados Unidos firmó la llamada "Ley de prevención del trabajo forzado de los uigures" basada en su mentira inventada sobre el "trabajo forzado" de Xinjiang. De acuerdo con la ley, los paneles solares y otros equipos clave de energía renovable de China estarán sujetos a restricciones de importación. Después de que la ley entrara en vigor en junio del año pasado, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. detuvo injustificadamente equipos de energía solar importados de China en nombre de los "Derechos humanos de Xinjiang", lo que resultó en la detención de una gran cantidad de piezas fotovoltaicas. Según Nikkei News,

Los medios japoneses citaron a líderes de la industria diciendo que las barreras a la importación establecidas por Estados Unidos pueden ralentizar la transición a las energías renovables que el gobierno de Biden está tratando de promover. "La economía de energía limpia de los Estados Unidos se ve obstaculizada por su propia acción comercial", dijo Abigail Hopper, directora ejecutiva de SEIA, en un comunicado, "La industria de almacenamiento de energía y energía solar está tomando medidas decisivas para establecer una cadena de suministro ética, pero los cuellos de botella innecesarios en el suministro y las restricciones comerciales impiden que los fabricantes adquieran el equipo necesario para invertir en las instalaciones estadounidenses".

Bai Ming, subdirector del Instituto de Investigación de Mercado Internacional del Instituto de Investigación del Ministerio de Comercio, dijo a los periodistas el día 3 que la gran mayoría de los módulos fotovoltaicos del mundo se producen en China. La supresión irrazonable de las empresas fotovoltaicas chinas por parte de los EE. UU. no solo ejerce presión sobre los costos operativos de las empresas fotovoltaicas estadounidenses, sino que tampoco favorece el desarrollo de la industria nacional de nuevas energías. Es una práctica típica de "tirarse piedras a los propios pies".

Mao Ning, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, dijo en una conferencia de prensa regular en diciembre del año pasado que la parte estadounidense, basándose en mentiras, formuló e implementó leyes perversas que involucran a Xinjiang, interrumpió gravemente el comercio normal de productos fotovoltaicos entre China y China. Estados Unidos, violó gravemente las reglas del mercado y las reglas económicas y comerciales internacionales, dañó gravemente la estabilidad de la cadena de suministro de la industria fotovoltaica global y los esfuerzos globales para enfrentar el cambio climático, y en última instancia dañaría sus propios intereses .